En los enredados caminos del amor, a veces nos encontramos en encrucijadas plagadas de dudas y sospechas. ¿Es mi pareja fiel? ¿Qué secretos se esconden detrás de esas miradas que parecen desviar el curso cuando las pregunto directamente? Para aquellos de nosotros que hemos sentido el desasosiego en el estómago, la solución podría estar en un lugar inesperado: el tarot de Alicia. Sí, has leído bien. No estoy hablando de un detective privado ni de software espía, sino de algo mucho más antiguo y, para muchos, profundamente espiritual.
Alicia, con sus cartas desgastadas por el uso y su mirada que parece ver a través del alma, no es una consejera ordinaria. Ella ofrece algo que ni el más sofisticado de los gadgets podría proporcionar: una ventana al subconsciente, un espejo que refleja no solo lo que es, sino lo que podría ser. ¿Te engaña él? Es una pregunta cargada de temor y esperanza a partes iguales, y el tarot podría ser la clave para desentrañar esta incógnita.
Imagina un atardecer, el cielo pintado con brochazos de naranja y púrpura, sentada frente a Alicia mientras despliega sus cartas sobre una mesa de madera rústica. Cada carta que cae parece contar una historia más profunda que la anterior. El Loco podría sugerir un salto de fe, o tal vez una advertencia contra la imprudencia. La Emperatriz podría insinuar la presencia de una figura femenina dominante. Pero, ¿y El Diablo? Esa carta a menudo habla de engaño y tentaciones materiales. Si aparece durante tu lectura, podría ser un indicativo de que algo en tu relación no está como debería.
Pero no te precipites. El tarot no es un veredicto de un juez; es más bien como un viejo amigo que te susurra consejos al oído. Te ofrece pistas y posibilidades, no certezas absolutas. Lo que hagas con la información que te proporciona depende de ti. Alicia, con su voz suave, te recordará que cada relación es un universo en sí mismo, y que las respuestas definitivas a menudo las debemos buscar en nuestro interior.
Quizás después de una sesión con Alicia decidas hablar con él, abrir ese diálogo que ha estado pendiente por demasiado tiempo. O quizás optes por observar, reflexionar y buscar señales con un nuevo entendimiento. El tarot de Alicia no es una herramienta de juicio, sino de introspección y exploración.
Y mientras caminas de vuelta a casa, bajo ese cielo ahora estrellado, te das cuenta de que la incertidumbre ya no pesa tanto. Tal vez la fidelidad de tu novio no era la pregunta correcta. Tal vez lo que realmente necesitabas era el espacio para reflexionar sobre lo que realmente valoras y deseas en tu relación. Gracias a Alicia y sus cartas, ahora tienes un poco más claro tu camino en el laberinto del amor.
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