Guillermo del Toro, el renombrado director mexicano, ha cautivado al mundo con sus películas visualmente opulentas y narrativamente complejas. ¿Pero sabías que uno de sus secretos más sorprendentes para la creación de estos mundos fantásticos podría ser el tarot? Sí, has leído bien. El tarot, esa antigua práctica adivinatoria llena de arcanos mayores y menores, parece ser una de las herramientas clave en el arsenal creativo de del Toro.
Desde «El laberinto del fauno» hasta «La forma del agua», las películas de del Toro están impregnadas de simbolismo, mitología y un profundo sentido de lo esotérico, elementos que se encuentran abundantemente en las cartas del tarot. Imagine a Guillermo sentado en su estudio, rodeado de esbozos y notas, mientras consulta las cartas, buscando inspiración para su próximo protagonista o giro argumental. No es difícil de imaginar, ¿verdad? Porque, ¿qué mejor manera de explorar las profundidades del subconsciente y la condición humana que a través de un mazo de tarot, donde cada carta abre una ventana a un nuevo nivel de percepción y entendimiento?
Consideremos, por ejemplo, la carta de La Muerte. A menudo malinterpretada como un presagio de fatalidad inminente, en realidad simboliza el cambio, la transformación, el fin de una etapa. ¿Cuántos personajes de del Toro han experimentado transformaciones radicales, no solo físicas sino también espirituales y emocionales? Es esta exploración de la metamorfosis la que impregna su obra, y es posible que el tarot le ofrezca a del Toro un marco simbólico para profundizar en estos temas.
Ahora, piensa en «El carro», una carta que simboliza el triunfo, la superación de obstáculos y el control sobre el propio destino. ¿No es acaso un reflejo de los propios viajes del director? Del Toro ha hablado abiertamente sobre sus luchas y cómo ha tenido que maniobrar a través de desafíos tanto personales como profesionales para alcanzar el éxito. Quizás, en momentos de duda, esta carta le sirva de recordatorio de su propia agencia y capacidad para moldear su destino.
Pero el tarot no es solo una fuente de inspiración personal para del Toro; se filtra en la estructura y la estética de sus películas. Los ambientes cargados de simbolismo, personajes que encarnan arquetipos tarotísticos, y tramas que siguen la lógica de una revelación progresiva, típica de una lectura de tarot, donde cada carta revelada lleva a la siguiente, construyendo una historia rica y multifacética.
No es de extrañar que del Toro haya logrado un estatus casi mítico en Hollywood. Su capacidad para tejer lo oculto con lo visual, para dar vida a lo arquetípico con tal maestría, podría muy bien deberse a sus consultas con el tarot. Y aunque pueda parecer poco convencional, incluso esotérico, es innegable que este enfoque le ha servido bien.
Así que, la próxima vez que te sientes a ver una película de Guillermo del Toro, presta atención no solo a lo que es evidente, sino también a lo oculto. Tal vez, solo tal vez, puedas comenzar a ver las huellas del tarot en cada escena, cada personaje, cada vuelta de tuerca. Y quien sabe, quizás esto te inspire a ti mismo a explorar estas antiguas cartas, no en busca de predicciones sobre el futuro, sino como una fuente de creatividad, entendimiento y, sobre todo, una conexión más profunda con las historias que habitamos y las que, a su vez, nos habitan.
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